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martes, 31 de marzo de 2020

ley de origen del pueblo nasa

Ley de origen. (Kisni) es el horizonte natural que hay que respetar, agradecer y cuidar para vivir en armonía y equilibrio desde el punto de partida de nuestra raíz de origen, constituye los principios rectores del pueblo nasa, pues establece las maneras de relacionarse consigo mismo, con la comunidad, con la naturaleza, con el tiempo y con el universo.
NUESTRO ORIGEN
Cuentan los que saben y dicen que en la tierra cósmica (espacio) existen dos corrientes de viento, mas antes, estos vientos corrían y corrían con tal fuerza pero sin rumbo por el espació, en una de esas correrías de pronto los dos se rozaron, los dos vientos eran personas; una era de sexo femenino y otro de sexo masculino. La impresión que se llevaron ambos fue impactante, como queriendo saber del uno al otro. Las dos corrientes de viento se arremolinaron formando un gran circulo como entre una danza, cuando se cansaron de arremolinarse e hicieron un pare. La mujer viento tenía anaco[1], su cinto asegurada con chumbe (faja) adornado de múltiples figuras además de su cinto resaltaba una vara que en la punta tenía asegurada un manojo de lana del cual ella hilaba y hilaba, era su bastón de mando. El hombre viento con ruana negra y pantalón que le daba hasta los tobillos, con sombrero de  pindo (hoja de caña brava), con los pies  descalzo, en la mano derecha portaba un bastón de mando de oro. Los dos se pararon de extremo a extremo, se dieron una media mirada y sus rostros inmediatamente clavaron sus ojos hacía abajo. Desde esta posición se preguntaron quienes eran, la mujer habló y dijo:  mi nombre es Uma y soy la mujer que teje la vida, el hombre a su vez dijo: yo soy Tay el hombre que construye vida. Ya con confianza se dijeron que era importante conocer y socializar los saberes de los dos, es decir, la mujer vio la necesidad de saber cosas del hombre y el hombre saber cosas de la mujer, es entonces donde decidieron intercambiar y fusionar conocimiento para potencializarla. La mujer  aprendió los conocimientos de  las 7 jigras del  hombre y el hombre aprendió los conocimientos de las 7 jigras de la mujer, de esta manera nacieron mas conocimiento fuertes para compartir con el cosmos. ¿Que el cosmos?
Cada uno  de estos dioses NEH pasaron miles ciclos de lunas, soles y estrellas mejorando sus conocimientos Y son los primeros creadores de la tierra que generaron el conocimiento de lo que es  mujer y de lo que es hombre.
De hecho no existe y no se debe tratar de hacer ninguna aproximación desde el nasa yuwe porque ahí se genera la confusión. Tampoco existe la concepción de la máxima, porque si se concibe de esta manera es irrespetar a la autoridad espiritual ancestral
Luego se preguntaron ¿pero con quien más  compartiremos estas sabidurías?. La necesidad era evidente, Uma y Tay formaron pareja. 

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Programa de formación en Educación ambiental y sociedad departamento de Pedagogía Universidad de Antioquia

“La formación y capacitación de docentes para la Educación Ambiental es, en la actualidad, objetivo reconocido e incluso prioritario de muchas administraciones educativas, así como de numerosas instituciones y organismos, oficiales o no, sensibles a esta necesidad. Se trata de una tarea compleja que no puede abordarse sin contextualizarla en los problemas generales del sistema educativo, en las políticas de diseño de currículos y en las específicas características de la Educación Ambiental”. María del Carmen González Muñoz

enlace: https://redpresencianasa.wixsite.com/website-1/educacion-ambiental
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La Banca Indígena

La Banca Indígena es una estrategia de educación financiera, alfabetización digital,  y formación  empresarial  para población indígena, reubicaciones y asociaciones de víctimas.  Esta iniciativa de emprendimiento social   gira entorno a  personas y comunidades  con bajo  apoyo institucional, de difíciles condiciones económicas que viven en zonas apartadas, las cuales  son excluidas  del sistema  educativo y financiero tradicional.

La estrategia se desarrolla a través de los grupos de ahorro y crédito comunitario los cuales una  vez conformados, depositan las acciones y/o ahorros en una  caja custodiada por la misma comunidad. Con el dinero ahorrado, a partir del tercer mes, se pueden solicitar créditos con destinación específica para capital semilla de sus emprendimientos y/o necesidades, la tasa de interés de los créditos es  fijada por los participantes, adicionalmente el grupo constituye un fondo social donde existe una cuota mínima., por diversos incumplimientos al reglamento,  se cobran multas las cuales se inyectan  al fondo social.

Al finalizar el primer ciclo que comprende  nueve meses, los grupos liquidan los ahorros devolviendo las acciones y las utilidades que reposan en el fondo social, los  cuales se distribuyen equitativamente e inicia un nuevo ciclo de ahorro, generando en el registro un  score y cupo de crédito, para que una vez terminado el proceso, los líderes de las comunidades a través de sus asociaciones puedan acceder a microcréditos desde $ 100.000 hasta $ 800.000 pesos, tramitados y gestionados de forma online, a  través de la plataforma virtual  www.bancaindigena.com

Durante el proceso ahorrativo  de los nueves meses, en cada reunión se realiza un acompañamiento transversal de apoyo psicosocial y  formación educativa informal en temas como: finanzas, planes de negocio, formulación de proyectos, medios digitales, desarrollo personal, trabajo en equipo,  liderazgo, asociatividad, entre otros.

Para la segunda fase del proyecto se espera que los ahorros y créditos de la comunidad se registren a través de la indígenaAPP. La cual se encuentra en etapa de estructuración de contenidos y estará conectada en línea con la plataforma virtual bancaindigena.com

Que te llevo a crear esta iniciativa social

La pasada avalancha del 31 de Marzo de 2017, en Mocoa Putumayo dejo miles de damnificados, en la campaña de ayuda humanitaria liderada por la Fundación conocimos a la comunidad indígena de San Antonio Mocoa, una comunidad sin territorio, proveniente del departamento del Cauca, quienes han vivido doble tragedia: el desplazamiento del conflicto armado y la perdida de la mayoría de sus bienes materiales en el desastre natural.

Desde entonces hasta la fecha se ha trabajado en su  reconstrucción económica. Al realizar un estudio a la comunidad con la que trabajamos  encontramos que sus  ingresos en promedio están alrededor 1 a 3 dólares por día. El 81% de estas personas no cuentan con acceso al sistema financiero, el 65% son mujeres, el 45% de las comunidades son indígenas y el 100% son víctimas del conflicto armado.

En reuniones participativas con los líderes comunitarios se identificaron necesidades de apoyo financiero para reactivar sus economías,  por lo cual se estudiaron distintas metodologías validadas que se adaptaran a sus necesidades y de esta manera se comienzan a trabajar con los grupos de ahorro y crédito local, dando así nacimiento al proyecto Banca Indígena.

¿Cómo impacta tu Emprendimiento Social en tu comunidad?

En el proceso actual, la comunidad ha mejorado su conocimiento empresarial, trabajo en equipo, liderazgo, proceso asociativo y manejo financiero,  también se ha logrado un mayor acompañamiento institucional con diversos actores, entre los más destacados se encuentran el cooperante internacional Mercy Corps, la universidad externado de Colombia y en la actualidad se logró el apoyo en la formulación de un proyecto de una asociación de víctimas la cual obtuvo el  apoyo de la unión europea y la gobernación del Putumayo. En el siguiente link se encuentra la noticia del proyecto apoyado: Eco soluciones ambientales mediante la fabricación y comercialización de productos de aseo de la Asociación Liderazgo Empresarial de la Mujer desplazada “LIDEMUD.  https://miradordelputumayo.com/2019/04/26/fondo-europeo-para-la-paz-y-alcaldia-de-puerto-guzman-cofinancian-siete-proyectos-para-mujeres-victimas/

Dentro de los  logros más destacados del proyecto  se encuentra la certificación en modelos de negocio  a 10 líderes sociales y comunitarios pertenecientes al proyecto Banca Indígena por la Universidad Externado de Colombia.

También se ha logrado la expansión del proyecto a otros municipios del departamento del Putumayo como Puerto Caicedo, Puerto Guzmán y se está incursionando con una asociación de víctimas  del municipio de Piamonte Cauca. Reuniendo a la fecha una comunidad adherida  al proyecto de más de 1000 personas entre comunidades indígenas, reubicaciones y asociaciones de víctimas.

¿Qué sueñas que suceda con tu emprendimiento social?

Para el 2020 buscamos el apoyo para la financiación de la indígena APP, la ampliación  de cobertura del proyecto a 300 grupos de ahorro los cuales representarían al finalizar sus ciclos de ahorro, más de 500 millones de pesos de autogestión comunitaria para el fortalecimiento de sus iniciativas productivas y necesidades comunitarias a 4500 personas pertenecientes a comunidades indígenas, reubicaciones y asociaciones de víctimas, paralelamente se buscara la consolidación de 6 modelos de negocios asociativos y comunitarios.

Para el futuro esperamos vincular  a miles de indígenas  del   millón y medio que existen en el país, aproximadamente el 63 % viven en la pobreza. Situación similar que viven las víctimas del conflicto armado. Hoy en día estas comunidades esperan soluciones innovadoras para superar la pobreza y progresar. “La Banca Indígena” en el futuro será una solución innovadora que ayuda a estas comunidades a subsanar esa ayuda que por años el mismo Estado colombiano no ha podido brindar con eficiencia.

fuente: https://www.reconcolombia.org/emprendimientos/native-banking/
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Indígenas del Cauca crearon su propia banca

Ante la dificultad para acceder a la banca tradicional, la comunidad nasa creó su propio sistema de autofinanciamiento para impulsar sus proyectos. Ya van cerca de 4 mil créditos por unos 11 mil millones de pesos .

Para comprar casa, carro, estudiar o emprender, es común que los colombianos acudan a un banco en busca de un crédito. Hasta agosto de este año, según la Superintendencia Financiera, estas entidades han prestado 488,5 billones de pesos.

Sin embargo, la población indígena del país no está incluida en el listado de personas que han accedido a este servicio. Las barreras que han encontrado para llegar a esta herramienta han sido infranqueables hasta el momento. Una de ellas tiene que ver con la tradición ancestral que los hace a todos dueños de la tierra en la que habitan y, para los bancos, la propiedad colectiva no sirve como garantía.


A eso se suma que en la mayoría de los casos los pueblos indígenas están asentados en zonas de conflicto, lo que espanta a las entidades bancarias y, con esas, también a alguna clase de apalancamiento económico para proyectos. Ante eso, cabildos de Tacueyó, San Francisco y Toribio, en el norte del Cauca, región cuna de decenas de comunidades indígenas, buscaron una solución ante la negativa de los bancos de prestarles dinero desde hace más de dos décadas.

Reportaje. Semana Rural. Noviembre 1 del 2019. https://semanarural.com/web/articulo/fondos-rotatorios-creados-por-el-pueblo-nasa/1239

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miércoles, 14 de febrero de 2018

DESCOLONIZAR LA REBELDÍA

(DES)COLONIALISMO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO Y DE LAS PRÁCTICAS EMANCIPATORIAS

por: ZIBECHI, RAÚL


Los movimientos antisistémicos cuentan con tres fuentes de aprendizaje: la historia de las resistencias, la reflexión sobre las luchas que protagoniza en cada período histórico y las experiencias de otros movimientos en otras partes del mundo. En síntesis: el pasado, el presente y las experiencias de los otros abajos. Así ha sido siempre en la historia de los movimientos. La principal diferencia que aportan los pueblos indios de América Latina es la actualización del pasado.

Los "condenados de la tierra" de hoy, los que no tienen nada que perder más que sus cadenas, son los genuinamente interesados en cambiar el mundo. Son, en el lenguaje zapatista, los que viven en el "más abajo". La razón crítica y emancipatoria ha nacido y se ha desarrollado en los países del Norte, en los ambientes que Fanon define como la "zona del ser". De lo que se trata es de reconocer los límites de esa idea para dar cuenta e inspirar las resistencias de los pueblos del sur. Aprender de movimientos como el zapatista y el indígena del Cauca, en particular las luchas del pueblo nasa, así como el mapuche, el aymara y tantos otros, es una oportunidad para abrir las propuestas de cambio social, de revolución o como queramos llamar al trabajo para crear un mundo nuevo, a los saberes que sólo podemos conocer participando y preguntando como uno más entre muchos, como alumnos y hacedores.

fuente 
https://www.traficantes.net/libros/descolonizar-la-rebeldia
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A descolonizar las metodologías Investigación y pueblos indígenas


Desde su primera publicación en inglés, en 1999, A descolonizar las metodologías (Decolonizing methodologies) se transformó en una obra fundamental para la práctica política y autoeducativa de los pueblos indígenas y de diversas comunidades que luchan por la autodeterminación y contra el colonialismo en el mundo entero. La reciente maduración de un movimiento indígena global transformó a este libro en una herramienta de cambio, no sólo para el pueblo maori, al que pertenece su autora, sino también para pueblos y comunidades en Australia, Estados Unidos y Canadá, entre otros países del área angloparlante. Así, ya desde hace algunos años se había sentido la necesidad de una versión en castellano que permitiera la difusión de la obra entre los pueblos originarios, los grupos culturales, los educadores, investigadores y estudiantes de Chile y América Latina.

No se trata de un libro «de metodologías». Tampoco es una colección de «nuevas metodologías». Más bien, este libro reflexiona sobre cómo encontrar estrategias, relevar ideas y conocimientos propios, que permitan a cada comunidad y a cada pueblo indígena realizar una descolonización de las metodologías existentes (las de las ciencias sociales, administrativas, económicas, etcétera), que los siguen oprimiendo. 

En la primera parte del libro la autora identifica los dispositivos ideológicos que están en la base de la matriz sociocultural occidental y sus metodologías, mientras que luego, en la segunda parte, nos convoca a subvertir la realidad alterando las reglas del juego investigativo, instalando prácticas que miren desde los pueblos y su cultura; convoca, como condición básica, a los pueblos indígenas a transformarse en investigadores. El libro sistematiza los elementos culturales, cosmovisionales y ético-políticos que hacen parte de los procesos educativos y autoeducativos, orientados a descubrir los modos de construir sistemas sociales que permitan la sobrevivencia de los proyectos colectivos.

fuente: 

http://www.lom.cl/32128980-1dc2-48bd-8ed2-e29ae0e44634/A-descolonizar-las-metodolog%C3%ADas-Investigaci%C3%B3n-y-pueblos-ind%C3%ADgenas.aspx
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Desoccidentalizar no es descolonizar

Por Equipo Otramérica

¿Habías escuchado hablar de la desoccidentalización? Se trata de la disputa por el control de la matriz colonial. Este proceso no es equivalente al fin de las estructuras coloniales, ni al desmonte de la economía capitalista, pero sí es uno de los caminos posible en esta tensión entre la desoccidentalización y la reoccidentalización de los estados. La desoccidentalización está a mitad de camino entre la reoccidentalización –impulsada por Estados Unidos y Europa- y la descolonialidad –reclamada desde los movimientos e intelectuales de base indígenas africanos o asiáticos- porque mantiene los privilegios económicos de las élites y las clases medias y no desafía la genética profunda del sistema. Walter Mignolo nos ayuda a entender esto y desilusiona a los apasionados de las dicotomías sencillas: “la desoccidentalización no es equivalente al socialismo”.

Gracias a buenos amigos de Otramérica hemos conseguido las respuestas que dio Mignolo a preguntas clave realizadas en su presentación en la Universidad de Los Andes de Bogotá, que ya reseñamos aquí.

Quizá, uno de los espacios de disputa más fuertes es el del “estado nación” burgués, laico y liberal eurooccidental. Es la figura “estado” una de las herencias perdurables del colonialismo –lo que denominamos colonialidad- y ahora está en cuestión. Mignolo, semiólogo argentino y profesor en la universidad de Duke, profundiza en este proceso y nos sitúa en la perspectiva analítica de la descolonialidad.



Pregunta. ¿Cuál es el papel del estado en la desoccidentalización. Como puede hablarse de desoccidentalizaicón si el estado en sí es una institución occidental?

Respuesta. Distingamos primero entre formas de gobierno y de “estado”. Formas de gobierno hay muchas, todas las civilizaciones y culturas conocidas tuvieron y tienen formas de gobierno, es decir, de organización.

Si llamamos “estado” a toda forma de gobierno (azteca, china, musulmana, bantu, etcétera) mantenemos la universalidad del vocabulario occidental. Sería ofensivo para muchos que, por ejemplo, nos refiriéramos al gobierno de Francia hablando del “sultanato” en vez del “estado francés”. En la historia corta y regional de la civilización occidental (desde el Renacimiento), hay dos formas de “estado”: el estado monárquico-teológico y los estados-seculares que surgen de las independencias en las Américas (independencias frente a Inglaterra, Francia, España y Portugal) a partir de 1776 y los estados burgueses seculares en Europa, posteriores a la revolución francesa.  La forma “estado”, que se convierte en un instrumento fundamental de la occidentalización, es el estado moderno, secular y burgués. Este es el problema hoy. Y este es el debate en Bolivia en torno a la “descolonización del estado” y también las conversaciones que ya están en marcha en China y en Turquía sobre la desoccidentalización del estado.  Distintas historias locales, pero el mismo problema: ¿cómo sortear una forma de gobierno que fue el instrumento político de occidentalización y modernización a partir del siglo XIX?

En Bolivia hay dos debates en torno a la descolonización del estado. Uno en el seno mismo del estado, promovido desde la vicepresidencia, liderado por la intelectualidad Boliviana de ascendencia europea. El otro contrapuesto, por parte del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y en los debates liderados por la intelectualidad indígena-boliviana. En el primer caso se trata de un discurso descolonial apegado al marxismo. En el otro, de un discurso descolonial afincado en los saberes ancestrales que sobrepasan en siglos al marxismo y a la misma emergencia de los europeos y de sus descendientes en las Américas. En ambos casos, la forma de gobierno estado moderno-colonial está en debate. El hecho de que esté en debate es ya un paso importante tanto desde la perspectiva marxista como desde la indígena.

En China y en Turquía la historia local es distinta. Ninguna de estas civilizaciones fueron desmontadas como en el caso de la civilización Inca, que cubría lo que es hoy Bolivia, Perú, Ecuador y el norte de Chile y Argentina. China no fue colonizada pero no escapó a la colonialidad. La guerra del opio, a partir de 1838, desestabilizó su historia y le llevó más de un siglo recuperarse. En esa larga historia de recuperación del golpe de la colonialidad, Deng Xiaoping reorientó la política económica y logró que China se independizara de los dictados de occidente. Esto es, la desoccidentalización consiste en apropiarse de la economía de acumulación en beneficio de la consolidación del “estado” (la forma estado ingresó en China con la revolución de 1911 liderada por Sun Yat-sen).  Hoy, la “forma estado”, tal como ingresó con la Revolución de 1911 (esto es el estado burgués europeo desplazando las formas tradicionales de gobierno en nombre  de “la modernidad y la modernización”), está hoy en cuestión.

Algo semejante ocurrió en Turquía. El sultanato Otomano no fue colonizado. Fue desmontado comercial y políticamente. De ahí surgió el estado moderno-colonial y liberal turco, liderado por [Mustafa Kemal] Atatürk. Hoy en día, tanto en China como en Turquía, hay la conciencia de que el estado moderno y moderno-colonial en sus territorios fue una jugada imperial de occidente y un desconcierto para los líderes locales que creyeron o pretendieron creer que el estado moderno europeo garantizaría la modernización de Turquía y de la República China. Ahora saben que no es así.

De modo que el estado moderno-europeo está en cuestión. En Bolivia, tanto en la descolonización del discurso estatal como en la descolonización en el discurso de la sociedad política (CONAMAQ). En Turquía y China, la desoccidentalización del estado se re-orienta hacia el concepto de “estado civilización” en vez de “estado nación”. Ninguna de estas posibilidades nos lleva al paraíso. Simplemente indican que la descolonización y la desoccidentalización del estado son procesos irreversibles. Adonde nos llevan no es claro, pero si es claro que ya no nos llevan a la homogeneización del “estado moderno europeo secular y burgués” en todo el planeta.

Lo cual quiere decir que en este momento descolonización y desoccidentalización del estado son procesos y no un “golpe de estado”, para ser irónicos, que de un día para otro implantaría la desoccidentalización y la descolonialidad. Dos procesos, ambos en conflicto y confrontación con la reoccidentalización, es decir, el esfuerzo de mantener el liderazgo de occidente e imponer “estado moderno, secular, liberal” en el planeta.

La reoccidentalización es la reacción frente a la presencia cada vez mas fuerte de procesos de desobediencia: la desoccidentalización  y la descolonialidad. La desoccidentalización disputa el control de la matriz colonial de poder mientras que la concepción descolonial del mundo promueve el desmantelamiento de dicha matriz y, por lo tanto, de la reoccidentalización y la desoccidentalización.

Siria nos muestra a las claras los conflictos entre reoccidentalización (Estados Unidos y sus aliados) y desoccidentalización (Rusia, China y sus aliados). La descolonialidad está ausente del conflicto pero muy presente en los debates globales, proveyendo interpretaciones descoloniales. Esto es: ni reoccidentalizantes ni desoccidentalizaición. Lo cual significa promover interpretaciones de los acontecimientos que muestren el callejón sin salida al que nos ha conducido la modernidad/colonialidad. La “salida” o la “solución” ya no corresponde a UNA visión decolonial del mundo, si no a la proliferación de concepciones descoloniales forjadas en las variadas historias locales que la occidentalización ha reprimido y que la reoccidentalización continúa reprimiendo.

La desoccidentalización contribuye a estos procesos al mismo tiempo que mantiene en parte una concepción del mundo donde la economía y protege los beneficios económicos de las elites económicas en sus varias vías y de las clases medias que encuentran la felicidad en el consumo. La desoccidentalización está a mitad de camino entre la reoccidentalización y la descolonialidad.



P. ¿La inclusión del pensamiento de-colonial en la academia, convirtiéndose en una especie de moda, puede estar llevando a que pierda su componente crítico?

R. Lo peor que le puede ocurrir al pensamiento descolonial no es que sea llevado a la academia, sino que se convierta en una especie de vigilancia y, entre otras cosas, gaste energías para que el pensamiento descolonial no entre en la academia. Cuando esto ocurre, y está ocurriendo, la cuestión no es tratar de impedirlo, lo cual sería una batalla perdida, sino aprovechar el hecho de que haya entrado en la academia. Al hacerlo, habrá quien aproveche la descolonialidad como una moda, para beneficios personales, cualesquiera sean. Y habrá quien aproveche la institución para diseminar el debate decolonial en clases y seminarios, en publicaciones, en debates entre la academia y la esfera pública. No creo que la “academización” del pensamiento descolnial le quite fuerza, puesto que estos procesos son restringidos y minoritarios. Y si le quita potencia crítica será porque el pensamiento descolonial ha fallado, y en ese caso, ya importa poco que esté o no esté en la academia.



P. Si el pensamiento decolonial defiende la idea de que Brasil o China se han apropiado del capitalismo pero en su realización se distancian de los postulados neoliberales… ¿tiene el pensamiento decolonial una posición crítica frente a estas “otras” formas de capitalismo? Estos países siguen mostrando fuertes desigualdades e injusticias entre su población… 

R. Este es un malentendido común. Me animaría a decir que es un malentendido que proviene de presupuestos de la epistemología moderna. Esto es, en tanto la epistemología moderna todo lo ve en binarismos opuestos, uno tiene que estar a favor o en contra. El pensamiento descolonial no defiende los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),ni la desoccidentalización  en China o Brasil. El pensamiento descolonial plantea que se trata de una repuesta a la occidentalización, de la misma manera que la reoccidentalización es una respuesta a la desoccidentalización. Esto con respecto al primer punto, la confusión de análisis con defensa. Al mismo tiempo que no defiendo nada, el pensamiento descolonial puntualiza (y no he visto esto dicho entre otras opciones posibles, disciplinarias o ideológicas—sistema de ideas—como el marxismo, el islamismo o la teología de la liberación) que por primera vez en quinientos años el capital y el conocimiento es controlado por “gente de color”. Esto es un análisis -no una defensa- descolonial.

Así pues, la “posición crítica” está explícita y asentada cuando decimos que la desoccidentalización “disputa el control de la matriz colonial de poder”, esto es, no decimos que “cuestiona la matriz colonial de poder”, sino que sólo disputa quien toma las decisiones. La jugada de Rusia proponiendo el desarme el mismo día que el Congreso votaría si o no a la invasión de Siria ya anunciada por Obama es un buen ejemplo de lo que significa la desoccidentalización, tanto en sus grandezas como en sus miserias.

Las desigualdades en los estados nacionales continúa y se agrava (puesto que ya toca a los estados “desarrollados”) al mismo tiempo que las relaciones inter-estatales se equiparan. Las desigualdades entre países desarrollados y emergentes desaparecen. Las desigualdades en estados desarrollados y emergentes se incrementan. Ya no es posible pensar el mundo en dicotomías como imperialismo o revolución. En otras palabras: la desoccidentalización no es equivalente al socialismo. No estamos en una “nueva” guerra fría. Pensar la complejidad del orden global actual, que no es ni liberal, ni neoliberal, ni marxista ni neomarxista, ni teológico ni neoteológico, es una de las contribuciones del pensamiento descolonial. 



P. La economía de acumulación (capitalismo para liberales y marxistas) ya no es impuesta por las instituciones financieras occidentales, pero los gobiernos y sus poblaciones la acaban asumiendo bajo una especie de seducción que, al final, nos lleva a modelos de desarrollo muy parecidos a los occidentales o, por lo menos, no parecen contribuir a la formulación de verdaderas visiones alternativas…

R. Pues esto es precisamente la desoccidentalización. Y de alguna manera es una “visión alternativa”. Para quienes lideran y se benefician de la desoccidentalización es un gran cambio. Por ejemplo, el crecimiento de la clase media, el hecho de que los beneficios materiales de la modernidad ya no sean privilegio de la clase media de Europa occidental, de Estados Unidos y de algunos países semi-desarrollados con clase media de baja intensidad, sino que sea beneficio para la clase media creciente: la clase media indígena en Bolivia, la clase media negra en África del Sur, la clase media en China y en Singapur, en India y en Indonesia, etcétera. No es una visión alternativa en el sentido descolonizador, pero si es una visión alternativa en el sentido de la desoccidentalizaición: la independencia de occidente mediante el capitalismo y mediante estados fuertes que occidente quisiera eliminar para que el “libre mercado” beneficie a las corporaciones y a los estados occidentales. Eso ocurrió durante 500 años. La desoccidentalización mantiene la economía de acumulación pero introduce enormes cambios en el orden mundial. Desconocerlos a la espera de una visión uniforme y redentora para todos y todas es una ilusión de la que el pensamiento descolonial se desengancha, tanto como se desengancha de la reoccidentalización y la desoccidentalización.

Decolonial: El concepto decolonialidad da cuenta del pensamiento que analiza críticamente la matriz del poder colonial que, en el capitalismo global persiste bajo formas de conocimiento totalizantes que reafirman el binomio dominador-dominado.  Distintas prácticas, voces y movimientos, como por ejemplo los feminismos negros, el pensamiento queer, las universidades indígenas, entre otros, se situan como espacios transdisciplinares que abren nuevas epistemologías del conocimiento más allá de las jerarquías epistémicas globales. Se trata de pensamientos que se producen desde un conocimiento situado; desde identidades y espacios geopolíticos históricamente subalternizados, que imaginan y accionan otros modos de habitar el mundo. Plantear la producción de imágenes desde una estética decolonial, supondría, de acuerdo a estos conocimientos críticos, desmontar la representación eurocentrista, sexista, racial y patriarcal que aun rige el canón visual del pensamiento hegemónico. Pensar las prácticas audiovisuales en clave decolonial, supondría también ponerlas al servicio de los grupos y movimientos sociales que aspiran a abrir horizontes pluriuniversales.

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